El miedo en el trading

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Primero que todo, vamos a nombrar los tres principales miedos que afectan a los traders y que son la raíz de la mayoría de sus problemas en el mercado:
  • Miedo de ganar.
  • Miedo de perder.
  • Miedo de perder oportunidades.
 
Para los traders, el miedo es una extensión emocional de las definiciones negativas del riesgo. La ansiedad puede definirse como la parte operativa del miedo y siempre interfiere negativamente en el momento en que hay que tomar riesgos. Por lo general, el miedo nos vuelve ciegos ante las oportunidades de la misma forma que la codicia nos vuelve ciegos ante el peligro. El olor del miedo es algo que realmente existe, de acuerdo a un nuevo estudio que sugiere que el estar aterrorizado es contagioso. Este estudio conducido por la Doctora Bettina Pause y colegas de la Universidad de Dusseldorf en Alemania, explica que las personas de forma subconcient detectan cuando otros están asustados por medio de mensajes olfatorios producidos por sustancias químicas liberadas por los cuerpos de las personas con miedo.
 
En el mercado ese miedo puede manifestarse en forma de pánico, que produce una compra o venta excesiva en un periodo de tiempo corto y que a su vez ocasiona condiciones de volatilidad extremadamente altas. No obstante, a menos que estemos en los pisos de trading rodeados de traders, no podremos oler directamente el miedo en el mercado, pero podremos verlo de forma indirecta en el comportamiento del volumen y el precio.
 
El miedo se alimenta de sí mismo, y la memoria del miedo es tan poderosa que penetra en el interior mismo de nuestro ser. El miedo y todo lo que conlleva erosiona nuestra confianza y comienza a enviarnos mensajes negativos que pueden llevarnos a un estado en el cual la ansiedad nos paraliza. Este tipo de pensamiento se queda rondando nuestra mente. El termino científico para esto se conoce como "circuitos neuronales reverberantes".
 
Por lo tanto, ¿Cómo podemos detener esta fuerza siempre amenazante del miedo?
 
Primero que todo, tenga un plan, opere con base en este plan, respete los stops y ejecute sin pensarlo dos veces. Planee, elabore una estrategia y practique. Seguidamente practique más. Sienta las emociones pero no permita que estas lo controlen. Eso es todo. La realidad es que es bastante simple y es realmente la estrategia que puede ayudarnos a liberarnos de nuestro miedo. Haciendo esto, con el paso del tiempo podremos lograr que el miedo no nos persiga más.
 
Lo importante es que practique, practique y practique hasta un punto en que pueda actuar de una manera que sea casi automatizada y a la vez fluida. Algunas personas llaman a esto estar "en la zona". Si su sistema dice entre al mercado, entonces hagalo así. Si el sistema dice salga del mercado, entonces respetelo y salgase. Si el sistema dice que se mantenga alejado del mercado, haga otra cosa mientras tanto, vaya al gimnasio o de paseo.
 
Las emociones siempre están ahí, pero no debemos dejar que dominen nuestras acciones y pensamientos. Debemos manejar el riesgo pensando en términos de probabilidades solamente. Como traders tenemos que sentirnos confortables en un ambiente con una libertad ilimitada para escoger, lleno de incertidumbre, teniendo siempre presente que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento y que cada instante en el mercado es único. El trader ganador entiende que el riesgo es la intersección entre el peligro y la oportunidad y se siente a sus anchas en este ambiente debido a su disciplina física, emocional y mental constante. El trader ganador es paciente y sabe que siempre habrán oportunidades para ganar dinero en el mercado
 
Como traders, debemos reemplazar el miedo con fe: Fe en nuestro sistema de trading, fe en nuestra habilidad para ejecutar, fe en el autoconocimiento y fe en que no importa lo que pase, estamos en estado constante de aprendizaje y evolución. Con esto, poco a poco y de manera constante iremos alcanzando nuevos niveles de competencia en el trading, lo cual tampoco significa que nos mostraremos excesivamente confiados, sino que iremos adquiriendo la confianza de aquel que sabe que está haciendo bien las cosas.
 

 

Raul Canessa

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