Riesgo Cambiario – Definición y Características

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Riesgo cambiario en Forex

Riesgo cambiario en Forex

¿Qué es el riesgo cambiario?

El riesgo cambiario, comúnmente denominado riesgo de tipo de cambio, surge del cambio en el precio de una moneda en relación con otra. Los inversores o las empresas que tienen activos u operaciones comerciales a través de las fronteras nacionales están expuestos al riesgo cambiario que puede generar ganancias y pérdidas impredecibles. Muchos inversionistas institucionales, como fondos de cobertura y fondos mutuos, y corporaciones multinacionales usan divisas, futuros, contratos de opciones u otros derivados para cubrir el riesgo.

  • El riesgo cambiario es la posibilidad de perder dinero debido a movimientos desfavorables en los tipos de cambio.
  • Las empresas y personas que operan en mercados extranjeros están expuestas al riesgo cambiario.
  • Los inversores institucionales, como los fondos de cobertura y los fondos mutuos, así como las principales corporaciones multinacionales, cubren el riesgo cambiario en el mercado de divisas y con derivados como futuros y opciones.

Por ejemplo, suponga que un inversor con sede en Estados Unidos compra una acción alemana por 100 euros. Mientras mantiene esta acción, el tipo de cambio del euro cae de 1,5 a 1,3 euros por dólar estadounidense. Si el inversor vende las acciones por 100 euros, obtendrá una pérdida del 13 % al convertir las ganancias de euros a dólares estadounidenses (debido a la caída en el tipo de cambio del par EUR/USD).

Sin embargo, si ese inversor cubriera su posición vendiendo al descubierto simultáneamente el euro, entonces la ganancia de la caída del euro compensaría la pérdida del 13% tras la conversión. En este artículo, veremos cómo los inversores pueden gestionar el riesgo cambiario para proteger su cartera y mejorar sus rendimientos ajustados al riesgo.

¿En que consiste el riesgo cambiario?

La gestión del riesgo cambiario comenzó a captar la atención en la década de 1990 en respuesta a la crisis latinoamericana de 1994, cuando muchos países de esa región tenían una deuda externa que excedía su poder adquisitivo y su capacidad de pago. La crisis monetaria asiática de 1997, que comenzó con el colapso financiero del baht tailandés, mantuvo el foco en el riesgo de tipo de cambio en los años siguientes.

El riesgo cambiario se puede reducir mediante la cobertura, que compensa las fluctuaciones cambiarias. Si un inversionista estadounidense tiene acciones en Europa, por ejemplo, el rendimiento realizado se ve afectado tanto por el cambio en los precios de las acciones como por el cambio en el valor del euro frente al dólar estadounidense. Si se obtiene un rendimiento del 15 % en las acciones europeas y el euro se deprecia un 15 % frente al dólar estadounidense, el inversionista alcanza el punto de equilibrio, menos los costos comerciales asociados.

Ejemplos de riesgo cambiario

Para reducir el riesgo cambiario, los inversores pueden considerar invertir en países que tienen monedas y tasas de interés en alza. Sin embargo, los inversores deben revisar la inflación de un país, ya que una deuda elevada suele preceder a la inflación. Esto puede resultar en una pérdida de confianza económica, lo que puede causar que la moneda de un país caiga. El aumento del valor de las monedas está asociado con una baja relación deuda-producto interno bruto (PIB).

El franco suizo es un ejemplo de una moneda que probablemente seguirá estando bien respaldada debido al sistema político estable del país y la baja relación deuda/PIB. Es probable que el dólar de Nueva Zelanda se mantenga sólido debido a las exportaciones estables de su industria agrícola y láctea que pueden contribuir a la posibilidad de aumentos en las tasas de interés. Las acciones extranjeras a veces obtienen mejores resultados durante los períodos de debilidad del dólar estadounidense, lo que generalmente ocurre cuando las tasas de interés en los Estados Unidos son más bajas que en otros países.

Invertir en bonos puede exponer a los inversores al riesgo cambiario, ya que tienen ganancias más pequeñas para compensar las pérdidas causadas por las fluctuaciones cambiarias. Las fluctuaciones de divisas en un índice de bonos extranjeros a menudo duplican el rendimiento de un bono. Para los inversores de Estados Unidos, invertir en bonos denominados en dólares estadounidenses produce rendimientos más consistentes ya que se evita el riesgo cambiario. Mientras tanto, invertir globalmente es una estrategia prudente para mitigar el riesgo cambiario, ya que tener una cartera diversificada por regiones geográficas proporciona una cobertura ante las fluctuaciones de las distintas divisas. Los inversores pueden considerar invertir en países que tienen su moneda vinculada al dólar estadounidense, como China. Sin embargo, esto no está exento de riesgos, ya que los bancos centrales pueden ajustar la relación de vinculación, lo que probablemente afectaría los rendimientos de las inversiones.

Otros aspectos a considerar

Muchos fondos negociados en bolsa (ETF) y fondos mutuos están diseñados para reducir el riesgo cambiario al estar cubiertos, generalmente usando divisas, opciones o futuros de divisas. De hecho, el aumento del dólar estadounidense ha provocado la introducción de una gran cantidad de fondos con cobertura de divisas tanto para mercados desarrollados como emergentes, como Alemania, Japón y China. La desventaja de los fondos con cobertura de divisas es que pueden reducir las ganancias y son más caros que los fondos que no tienen cobertura de divisas.

iShares de BlackRock, por ejemplo, tiene su propia línea de ETF con cobertura de divisas como alternativa a sus fondos internacionales más económicos. A principios de 2016, los inversores comenzaron a reducir su exposición a los ETF con cobertura de divisas en respuesta al debilitamiento del dólar estadounidense, una tendencia que ha continuado desde entonces y ha llevado al cierre de varios de estos fondos. Sin embargo, con el incremento en el valor del dólar durante los primeros meses del 2022 debido a las tensiones geopolíticas y el aumento de la inflación, estos fondos podrían experimentar un nuevo regreso.

¿Cómo gestionar el riesgo cambiario?

Los inversores internacionales tienen varias opciones cuando se trata de gestionar el riesgo cambiario, incluido el uso de herramientas como futuros de divisas, contratos a plazo (forwards de divisas) y opciones o fondos con cobertura de divisas. Sin embargo, estos instrumentos suelen ser costosos y complicados de usar para inversores individuales. Una alternativa simple, flexible y líquida para protegerse contra el riesgo cambiario son los fondos cotizados (ETF) centrados en divisas.

Hay varias instituciones financieras grandes que ofrecen varios tipos de ETF centrados en divisas. Los dos proveedores más populares son Invesco y WisdomTree, que ofrecen una amplia variedad de ETF que cubren varias monedas diferentes en todo el mundo. Estas monedas incluyen destinos de inversión internacionales populares que van desde Canadá hasta mercados emergentes como China y Brasil.

Los inversores pueden simplemente comprar opciones put (opciones de venta) contra estos ETF para beneficiarse de cualquier disminución en el valor de la moneda, lo que puede compensar cualquier pérdida ocasionada por una fluctuación contraria en el tipo de cambio. Otra opción es comprar ETF con cobertura de divisas, que tienen coberturas integradas contra las fluctuaciones de divisas en relación con el dólar estadounidense. Estos llamados fondos beta inteligentes brindan la opción más fácil para los inversores, suponiendo que un ETF con cobertura de divisas esté disponible para el índice en el que desean invertir.

¿Cómo determinar si una cobertura es necesaria?

Crear una cobertura contra el riesgo cambiario puede resultar muy costoso, ya que entre otras cosas, puede causar la pérdida de una parte de las ganancias. Por definición, los inversores deben compensar cada unidad de moneda extranjera con una unidad de la moneda nacional para estar completamente cubiertos. Algunos de estos costos se pueden reducir mediante el uso de opciones sobre acciones en lugar de acciones, pero el costo aún puede ser prohibitivo para los inversores individuales con inversiones pequeñas. Como resultado, los inversores primero deberían ver si es necesaria una cobertura. Aquí hay algunas preguntas comunes que debe hacer el inversor antes de pensar en una cobertura:

  • ¿El costo de la cobertura representa una cantidad desproporcionada de la inversión total? En otras palabras, ¿supera el costo el riesgo a la baja de la moneda?
  • ¿Cual es el horizonte de tiempo de la inversión? A corto plazo, las monedas tienden a fluctuar relativamente poco, lo que significa que el costo de la cobertura puede no valer el beneficio marginal.
  • ¿Cree que existe un riesgo significativo de que la moneda baje? Durante tiempos económicos estables, las divisas tienden a negociarse con una volatilidad relativamente baja, lo que hace que las coberturas sean algo innecesarias.

Si una cobertura parece razonable, el siguiente paso es encontrar el instrumento apropiado para usar. En el caso de los ETF, puede encontrar una lista completa de ETF de divisas en los sitios web de CurrencyShares y/o WisdomTree. Mientras tanto, varios otros proveedores de ETF pueden ofrecer productos más especializados que pueden o no ser adecuados, según la situación del inversor.

 


 

Raul Canessa

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