El poderoso dólar ha sido una fuerza imparable en 2022, arrasando con todo a su paso, incluyendo las divisas del G10.
Pero en agosto, el USD mostró algo de debilidad y muchos se cuestionaron si la divisa de reserva global estaba perdiendo el control del mercado Forex después de que el índice del dólar (DXY) superó los 109,14. El argumento de los analistas se basó en las posibilidades de que la Reserva Federal no siga con un comportamiento tan agresivo con respecto a los aumentos de tasas así como señales de alivio de las presiones inflacionarias.
Sin embargo, poco después los compradores del USD aumentaron su empuje y llevaron al DXY a un nuevo máximo de 20 años más allá de 110.00.
También hubo algo de acción en el índice del dólar igualmente ponderado que continuó con su tendencia alcista, empujando los precios por encima del máximo anterior de 2022 de 1.21840.
Sin embargo, en la actualidad el dólar parece inestable.
Es seguro decir que perdió impulso la semana pasada y ha iniciado la nueva semana bajo presión de venta. El dólar se ha debilitado frente a la mayoría de las monedas del G10 en lo que va del mes y podría extender las pérdidas a pesar de los recientes comentarios agresivos de los funcionarios de la Fed, incluido Jerome Powell.
Con el enfriamiento de la inflación en la economía de Estados Unidos., esto podría alentar a la Fed a abandonar su postura agresiva hacia tasas de interés más altas. Si esto se convierte en realidad, los bajistas del dólar pueden tener el escenario ideal para entrar en escena, arrastrando tanto el DXY como el índice USD igualmente ponderado a la baja.
¿Los alcistas del dólar están tirando la toalla o simplemente tomando otro descanso antes de aumentar el impulso en el cuarto trimestre? Esta semana podemos tener algunas señales clave en forma de cifras de inflación de Estados Unidos, entre otros informes clave.
Posible aumento de 75 puntos básicos en las tasas de interés de Estados Unidos
Los traders estiman una probabilidad del 88% de un aumento de tasas de interés de 75 puntos básicos en septiembre.
Estas expectativas se vieron reforzadas por los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien reafirmó la necesidad de luchar contra la inflación galopante. Los comentarios agresivos de los funcionarios de la Fed el viernes pasado también impulsaron las apuestas por mayores alzas de la Fed, lo que hace que la subida de tipos de este mes sea casi un hecho.
Curiosamente, el dólar ha caído a pesar de que la Fed esperaba subir las tasas en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva. Los halcones de la Fed están claramente dominando la toma de decisiones del banco central, mientras que los sólidos datos económicos de Estados Unidos respaldaron inicialmente las expectativas de que el banco central no reduciría el ritmo de subidas en el corto plazo. Sin embargo, la inflación de Estados Unidos probablemente se desaceleró por segundo mes en agosto gracias a la caída de los precios de la gasolina.
Si bien esto puede no ser suficiente para impedir que la Fed dispare otra bazuca monetaria este mes, puede afectar la decisión del banco central en noviembre y diciembre.
¿Que le deparará esta semana al dólar?
Esta podría ser otra semana salvaje para el dólar debido a los informes económicos estadounidenses pendientes.
El martes, se publicarán las últimas cifras de inflación, que se espera que muestren que los precios al consumidor han bajado a un 8,1% interanual en agosto. Este valor sería inferior a la impresión del 8,5% de julio y marcaría dos meses consecutivos de baja en los niveles de inflación anual. Si el informe coincide con las expectativas, esto podría permitir que la Fed abandone su enfoque agresivo con respecto a las tasas de interés, lo que resultaría en un dólar más débil. Será prudente estar atento a la impresión anual del IPC subyacente, que se espera que aumente un 6,1%, un valor que sería el más alto desde abril. La inflación subyacente no incluye los precios de los alimentos y la energía en el cálculo debido a la volatilidad.
Se prestará mucha atención a las solicitudes iniciales semanales de desempleo, las ventas minoristas de agosto y las cifras de producción industrial del jueves, que podrían brindar una mayor comprensión de la salud de la economía de Estados Unidos. Un conjunto sólido de informes puede reforzar las apuestas de aumento de tasas, lo que es positivo para el dólar, mientras que un conjunto negativo de informes podría reducir las expectativas de aumentos agresivos en las tasas de interés, arrastrando al dólar a la baja.
El viernes tendremjos los datos de sentimiento del consumidor estadounidense para septiembre. La confianza del consumidor se revisó al alza a 58,2 en agosto y se espera que llegue a 60 este mes. Una cifra positiva podría ayudar a los alcistas del USD antes de que termine la semana.
¿Es hora de que el dólar caiga?
Después de no poder asegurar un cierre semanal por encima de 1.2184, el índice del dólar igualmente ponderado podría estar preparándose para moverse a la baja.
Los precios continúan bajo presión en los gráficos semanales y si se produce un sólido rompimiento por debajo de 1.1900, se abriría el camino hacia 1.1700 y 1.1600, respectivamente. Si 1.1700 demuestra ser un soporte confiable, podría ser posible un rebote hacia 1.1900.
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