Son muchas las entidades bancarias que hoy en día nos ofrecen optar por los fondos de inversión garantizados de cara a buscar una rentabilidad por nuestros ahorros, debido a los bajos porcentajes de rendimiento que ofrecen hoy en día los depósitos a plazo fijo, y la renta fija en general.
Muchos inversores salen corriendo de las oficinas en cuanto escuchan la palabra “riesgo” o la palabra “bolsa”, o de las diferentes opciones de invertir en acciones, ya sea mediante futuros, mediante CFDs, o la compra directa de los títulos, por lo que los bancos han creado un producto que hace que los inversores tengan sus ahorros expuestos a la renta variable, pero garantizando un mínimo de rendimiento, producto que están ofertando cada vez más, manteniendo así al inversor en la silla, sin huir del producto, gracias a la simple palabra “garantizado”.
Características generales de los fondos garantizados
Si nos informamos bien del funcionamiento de estos productos, y sin entrar a valorar un determinado fondo de inversión garantizado referenciado a uno u otro producto, a grandes rasgos suelen cumplir unas características generales siempre que se traten de un auténtico fondo garantizado:
* El importe garantizado es el valor de la participación a fecha de inicio de la garantía. Podría suceder que al suscribir pasada esa fecha, el valor de la participación fuera superior, estando garantizado, por tanto, un importe inferior a nuestra inversión.
* La garantía sólo se aplica a quien mantenga su inversión hasta la fecha de vencimiento establecida, o utilice ventanas de liquidez si existieran.
* Suelen aplicarse comisiones tanto por la suscripción como por el reembolso del fondo.
*El rendimiento variable suele venir condicionado o referenciado al comportamiento de cierta acción, un determinado índice, o varias acciones.
* Alguno de estos fondos, además del rendimiento variable, aseguran una rentabilidad mínima que aunque expresada como un 5% total pudiera parecer alto, muchas veces se trata de un rendimiento del 1,25% anual durante 4 años.
Hay varias alternativas a los fondos de inversión garantizados
Dicho todo esto, lo que un inversor debería plantearse antes de suscribir un fondo de inversión garantizado, es la alternativa de invertir directamente en la renta variable: mediante la contratación de CFDs de un determinado instrumento o la compra de opciones.
Dicho de otra manera, si en un fondo de inversión garantizado, quiero suscribir por ejemplo una participación con valor de 20.000€, deberé mantener el capital retenido durante al menos 14 meses, para en el peor de los casos obtener un rendimiento de apenas el 1 % de mi capital al que deberé restar unos gastos y comisiones. Y aquí viene mi gran duda, ¿si en vez de buscar un rendimiento mínimo del 1%, me centro en arriesgar un máximo del 1,5 %?, digo esto porque si el fondo de inversión garantizado, fuera referenciado al comportamiento del Ibex 35, entonces con el 1,5 % de mi capital (300€) podría ponerme largo con un contrato del índice español, con un límite de 300 € en riesgo si lo contratase mediante CFDs, pero la rentabilidad podría dispararse si el índice cumple con la premisa que pedía e imponía el fondo de inversión garantizado, eso sí, sin tener que esperar un mínimo de 14 meses para recuperar mi capital, ni a determinadas ventanas de liquidez, ni tener retenidos 19.700€ de mi cuenta.
Esto ya sería decisión de cada inversor, si merecería la pena o no, el tener paralizados 20.000€ durante 14 meses por garantizarme un 1,25% de rentabilidad (sin gastos y comisiones), en vez de poder disponer de todo mi capital durante esos 14 meses arriesgando un 1,5 % de mi capital, y teniendo acceso a una rentabilidad ilimitada que el fondo garantizado no me generaría.