Los activos de riesgo se están vendiendo con fuerza al inicio de esta semana de negociación después del incremento de la volatilidad de la semana pasada. Después de caer por debajo de 24 en la primera semana de junio, el índice VIX del CBOE casi se duplicó el viernes, llegando a un máximo de 44 antes de establecerse en 36. El importante cambio en el estado de ánimo de los inversores fue repentino el jueves anterior con las acciones estadounidenses experimentando su mayor caída desde mediados de marzo.
La tendencia alcista que han mantenido los mercados desde hace semanas, impulsada por los estímulos monetarios y fiscales, de repente parece mostrarse tambaleante como si los inversores se dieran cuenta de que ya no pueden ignorar durante mucho más tiempo los fundamentos económicos. Una vez más, el aumento en los casos de Covid-19 fue el culpable.
El camino por delante es probable que esté lleno de baches. No hay claridad sobre las proyecciones de crecimiento económico, las expectativas de ganancias y, lo más importante, el desarrollo de la pandemia. El resurgimiento de los casos de coronavirus en Beijing, partes de los Estados Unidos y Japón a medida que las economías reducen aún más sus bloqueos está generando temores de que se produzca una segunda ola, y sin una vacuna a la mano, la segunda ola podría ser más amenazante que la primera.
Al momento de escribir este artículo, el Índice Dow Jones ha caído más de 800 puntos, lo que indica fuertes pérdidas para la primera sesión de negociación de la semana. Los beneficiarios, como de costumbre, han sido el dólar estadounidense y el yen japonés junto con los bonos del Tesoro estadounidense y el oro. Parece que los inversores están buscando seguridad ya que la tranquilidad en los mercados ha llegado a su fin.
El miedo a perderse algo o «FOMO» por sus siglas en inglés, podría convertirse en aversión de arrepentimiento donde los inversores prefieren mantenerse fuera de los mercados, por lo que será interesante monitorear el sentimiento en los próximos días y semanas. Los sectores cíclicos, especialmente las acciones de compañías energéticas, industriales y financieras, serán los más afectados, ya que fueron los últimos impulsores de la reciente recuperación de los mercados de valores.
Los operadores deberán monitorear todas las noticias relacionadas con esta posible «segunda ola» muy de cerca, ya que este evento puede convertirse en el impulsor clave para los activos considerados como refugio seguro.
Segunda ola de Covid 19 podría impulsar precios del oro arriba de $1800
Los precios del oro están subiendo aproximadamente un 0.1 por ciento al inicio de esta semana de negociación, mientras los inversores globales monitorean los últimos acontecimientos en torno a la pandemia de coronavirus. Hay una escalada en los casos de Covid-19 en 20 estados de Estados Unidos, mientras que el número de casos en Tokio también presentó un aumento durante el fin de semana, lo que demuestra el hecho de que el coronavirus no puede ser vencido tan fácilmente.
Si los mercados llegan a tener la sensación de que se está acercando otra ronda de bloqueos en las principales economías debido a un nuevo incremento en los casos de coronavirus, esto puede afectar el optimismo en torno a una rápida recuperación económica y aumentar nuevamente el apetito por los activos de refugio seguro como el oro y el dólar estadounidense.

Podemos notar que en el gráfico diario, la tendencia al alza del oro parece haberse estancado en el rango medio de $1700. Los compradores de oro se beneficiaron claramente durante los dos meses transcurridos desde marzo, cuando gran parte de la economía mundial se vio afectada por un bloqueo que mantuvo cerradas las principales economías, lo que a su vez provocó una profunda recesión mundial. Sin embargo, desde mayo, el oro no ha podido seguir alcanzando nuevos máximos y mínimos más altos, ya que el optimismo en torno a la reapertura de muchas economías importantes ha mantenido al oro en un movimiento lateral.
Aún así, los temores persistentes en los mercados parecen mantener el nivel de soporte de $1670 mayormente intacto, tal vez proporcionando la plataforma para el próximo gran movimiento de impulso alcista del oro.
El metal precioso está a solo dos semanas de registrar su séptima ganancia trimestral consecutiva, una importante tendencia alcista que se extiende desde el cuarto trimestre de 2018. Esta es la racha alcista más extensa desde la tendencia alcista producida desde el 2008 hasta el 2011, donde los precios subieron por 12 trimestres consecutivos. Ese mercado al alza también incluyó el nivel récord de $1920.60, un récord que aún se mantiene hasta el día de hoy.
Es en medio de entornos de mercado tan tensos que el oro tiende a mostrar mayores ganancias. El oro se ha estado moviendo al alza desde que las tasas de interés de Estados Unidos se redujeron casi hasta cero junto con la aversión al riesgo general ocasionada la pandemia global. Sin embargo, la resistencia del dólar estadounidense ha obstaculizado la capacidad del oro para aumentar aún más.
Si las señales de una segunda ola de casos de Covid-19 en todo el mundo se vuelven más prominentes, ese podría ser el catalizador para que los precios del oro alcancen el nivel psicológicamente importante de $1800 por primera vez desde 2012.
La información tomada para la realización de esta reseña de los mercados fue tomada de los análisis realizadas por el broker Forextime.